Lejano planeta de la Galaxia, cuyos habitantes creen que constituye toda la Galaxia, y que es plano pero con warp-around como los videojuegos antiguos. Sus habitantes evolucionaron de una mata de apios sobre la que cayó una babucha.
El sistema de gobierno del planeta Acebuche es la Monarquía Contestataria, en la que el rey dispone, alguien se queja, es ajusticiado, y luego tienen fiestas durante varios días, período al que se conoce como Super Asuetter. Cada doce años el rey se muere y es revivido usando la sangre de diecisiete mosquitos, por lo que es eterno.
En el año 1284, Sir Benzocaína del Azofaifo estaba pelando la pava con una apuesta dama de la corte. En ese mismo instante y a miles de kilómetros de distancia, un vikingo llamado Olaf Lores se tropezó con un cardo y se hizo una postilla. Tales acontecimientos, a causa del efecto mariposa, propiciaron que una corriente de protoplasma testicular que volaba a través de andrómeda chocase con un cargamento de babuchas dirigido al palacio del Tetrarca Pachín Poi Poi y una de ellas saliese disparada para caer en una mata de apios del planeta Acebuche. El terrible impacto causó una mutación genética por medio de la cual el tallo se partió en dos, un semitallo masculino, y un semitallo femenino, que se unieron en una trenza de estilo macaco tardío y engendraron toda una nueva raza de seres inteligentes.
De entre los seres surgieron las castas: la casta de los sabios, la casta de los listos y la casta de los currantes. Cada casta tomó un territorio virgen y lo hizo su país. Al poco de asentarse, una terrible guerra estalló entre las tres castas. Los mermados supervivientes firmaron la paz y elaboraron la Constitución de Acebuche, que poco después fue derogada al erigirse un maligno emperador como gobernador absoluto. El nombre de dicho emperador es desconocido, puesto que todo el mundo le llama “emperador”, y tampoco ha querido contestarnos algo tan íntimo.
La economía en Acebuche se basa en un sistema de trueque listo, de en plan “te cambio esto por esto”, pero cuando el otro no mira, pues se le da con un ladrillo en la nuca y se sale corriendo muy rápido.
Acebuche está dividido en tierras, cada una gobernada por un terrateniente. Son famosos terratenientes Baldo Midget o Judge Morry.
Los habitantes de Acebuche veneran dos cosas: el sol de su planeta, al que llaman Gran Estrella Deslumbrante y Acalorizante, y a las Yamas. Por todo el planeta hay templos erigidos a estos seres mitológicos, siendo el principal el situado cerca del Palacio Imperial, regentado por el Gran Gurú acebuchiano.