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Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 09:21
por radastan
No puede faltar un hilo de relatos de canguele, esas historias que asustan a uno incluso cuando está viendo tias güenorras por la web... empiezo.

AQUÍ HAY TOMATE

Estaba solo, asustado, no sabía que hacer. Allí sentado, cogiéndome las piernas con movimientos de balancín, en la esquina de la cocina. A mi lado un bote de tomate Orlando estilo casero, reventado, en una bonita mancha de color rojizo llena de cristales.

Olía el tomate, ese olor dulzón que desprende a pisto, una buena marca y seguramente delicioso, pero aterrador en aquellos momentos. Miraba la escena con pavor, con la mirada fija, aún estaba sobrecogido.

Era la hora de cenar, simplemente quería mojetear un bollo recién hecho en aquella salsa tan rica. Había cogido el plato, el pan, y me dispuse a coger el bote de tomate.

Cuando compré el bote todo estaba bien, no había nada raro, todo estaba bien.

Sigo escuchando el ruido de carga del Uchi-Mata en mi Spectrum, ya queda poco, está apuntito de terminar. Quería darle otra oportunidad, cosas que tiene uno, con paciencia seguro que era jugable.

Del bote, aparte de los miles de trocitos, quedaba una parte entera que conservaba la etiqueta, la aterradora etiqueta. Ni en mis peores pesadillas pensé en algo así. Me meto el dedo pulgar en la boca y sigo balanceándome.

La etiqueta, la puñetera etiqueta. Rezaba al final "... y con la consistencia y textura del tomate frito en casa.".

Fue un flash, algo instantáneo.

Escucho como salta el play del lector de cintas, seguramente ya habrá en pantalla un horror de pixels.

"...frito en casa"
"...frito en casa"

Recordé a mi hermano salir corriendo por la puerta, el Spectrum encendido, el Spectrum FRITO al meterle encendido el Kempston. Puñeteros recuerdos.

Sigo chupándome el dedo.

"...frito en casa"
"...frito en casa"...

Re: Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 09:26
por na_th_an
Gloria Robada a los Acaudalados Caudillos

La victoria de Gloromaso nos dejó atónitos a todos. Nunca, jamás en la vida podríamos haber imaginado que tan isignificante personajillo fuera capaz de tamaña afrenta. Él solito, sin ayuda de nadie, y sólo armado con una percha de alambre torcida, fue capaz de vencer al temeroso dragón Kkhjjk y restablecer la paz en el bosque de los Canutos.

Cómo lo consiguió nadie lo sabe, pero eso tampoco importaba. Lo que de verdad valía era que ya se podía jugar al grumo tranquilo en cualquier lugar del bosque, y eso siempre estaba bien. Las tradiciones no deben perderse.

Tan a gusto se estaba en el bosque de los Canutos jugando al grumo que, en poco tiempo, jugadores experimentados de todo el mundo eligieron este lugar como su principal campo de entrenamiento. Enfundados en las más brillantes armaduras, los jugadores lucían bellos estandartes que ondeaban en el viento los días que se podía jugar al grumo (ya que al grumo solo puede jugarse con viento, como todos sabemos). Colocados majestuosamente sobre su montículo artificial, y tras el salto inicial, comenzaba una carrera singular en pos de la pelota cuadrada. Tras esta primera fase, todos los jugadores se insultaban hasta que sonaba un silbato que les indicaba tiempo muerto, y entonces todos se daban amorosos abrazos. El juego terminaba cuando alguien se enfadaba o se aburría, sobre todo si esta persona era dueña del balón.

Gloromaso, aún bebiendo las mieles del triunfo pese a haber pasado cerca de cuarenta años desde los hechos, y tras haberse autoproclamado Monarca de los Bolcheviques andróginos del Este, no estaba demasiado contento con la situación. Desde su cómoda residencia en lo alto de la loma podía contemplar todo el bosque sin tener que forzar la vista, y lo que veía no le gustaba. Bullicio, desorden, desenfreno... ¡Y durante el día! La situación, según él, clamaba al cielo. Sin saberlo, se le derramó una maldición por la comisura del labio y cayó pesada sobre la alfombra, donde se formó en un pequeño diablo carmesí.

El pequeño diablo, realizando una amplia reverencia, se presentó:

- Buenos días, noble noble. Mi nobre es joël, y soy un demoño de tercera especie. He sido originado en tu maldición, y por tanto me veo obligado a ayudarte a que se cumpla. ¿Qué es lo que te aflige?
- Sencillo es, mi terrible nuevo amigo: aquí ya no dejan dormir las resacas. Todo está lleno de jugadores de grumo domingueros y sus ruidosas familias.
- Eso dejará de ser un problema en cuanto yo admita su solicitud de ayuda.
- ¡Pero es que yo no le he presentado ninguna solicitud!
- Pues así difícilmente podré ayudarle. Presente su solicitud, o si no no me pida nada. Y ahora márchese de mi despacho.
- ¡¡Esta es mi alcoba azul pino!!
- Ahora es mi despacho.

Atónito, Gloromaso salió de su dormitorio favorito con tres palmos de narices. Cerró la puerta tras de sí y se puso como loco a buscar un formularo de solicitud de servicios demoñacos.

(continuará)

Re: Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 09:33
por na_th_an
La burocracia la creó el diablo

Gloromaso sudaba por cada poro de su rechoncho cuerpo. Recorría pasillos, salones y escalinatas hecho una furia, mirando en cada recoveco, cajón de secreter, parte trasera de cuadro viejo, revisando bajo cada cama y cada alfombra (¡y eran más de 18,000!), asomándose al interior de cada vasija, pote o alforja... pero nada. Cansado y desanimado, se derrumbó sobre un enorme sofá naranja estampado de coyotes morados.

Sumido en sus pensamientos, Gloromaso no se percató de cómo joël aparecía lentamente en el espejo que se ubicaba justo sobre el sofá, el rojo, el que estaba ribeteado con motivos ecuestres. Desde el espejo, el demoño tenía unas geniales vistas de la despejada coronilla del monarca. Aburriéndose un poco por la poca competencia aparente de su antagonista, joël decidió ponerse en movimiento y desde el espejo le lanzó un hechizo doble con tirabuzón y lazo final (acabando en la posición 7: la del cisne, que es la más bonita) que fue a aterrizar justo en el centro de donde Gloromaso lucía el remolino cuando era pequeño. Justo ahí, comenzó a levantarse una casita de madera con ventanas en forma de pionono defenestrado y con siete columnas delante, cinco detrás, y otra más en un lateral que no aguantaba nada pero que quedaba preciosa, a juego con las cortinas de Cacharel sincronizado con Dior.

Gloromaso, totalmente ajeno a la jugada, decidió que era inutil agobiarse por un disparate (¡los demoños no existen!) y se levantó resuelto a hacer algo con su vida, al menos durante aquel día. Así, con casa y todo (que ya levantaba dos pisos) se encaminó hacia la puerta de salida, llamó a Bautista y le ordenó que preparase su coche descapotable, pero con capota.

Así, con la cabeza bien amueblada por obra y gracia de joël y unos extraños ebanistas suecos, Gloromaso recorrió sus dominios a toda velocidad hasta doce veces antes tan siquiera de recordar qué estaba haciendo allí. En su espasmódico periplo múltiple, quedo horriblemente impresionado por la libertad y el libre albedrío de sus súbditos, que campaban a sus anchas por sus tierras como si se tratase de algún tipo de propiedad pública o quizá un descampado abandonado y anarkista (con "K", que así es como más subversivo). Recordó entonces el peliagudo tema del grumo y de los domingueros que no le dejaban dormir sus resacas. Recordó a joël y el formulario y paró frente a un estanco a solicitarlo. Realmente, la cabeza bien amueblada funcionaba de mil amores. Y, habiendo cumplido su misión, la casita, las cortinas de Cacharel/Dior, los muebles suecos y todo lo demás desapareció de la cabeza del monarca, que se quedó justo igual que antes... Pero con las ideas claras.

(continuará)

Re: Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 10:15
por juanfran
La historia de Marquitos....


Marquitos estudiaba poco. No sabía que era una piedra. Aún así, le fue fácil morir cuando quiso meterse una en el cerebro para ver si contactaba con el indio de los Village People. Fue una vida corta pero intensa. Su gato le echa de menos.

Fin.

Re: Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 10:17
por na_th_an
Yo también echo de menos a Marquitos :techno:

Re: Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 11:04
por radastan
Todos somos Marquitos. :cry:

Por cierto, Na_th_an, tu relato es la releche... que imaginación. :cheer:

Re: Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 11:09
por na_th_an
Sigue, sigue :D

Rimbombancia a las dos y cuarto.

La puerta del estanco, al abrirse por la fuerza ejercida por Gloromaso (en dirección horizontal, sentido hacia dentro -según se mira desde fuera-, magnitud 6.5 Newtons), accionó un complicado mecanismo basado en una varilla metálica que, a su vez, además de ser increíblemente brillante, servía para actuar como badajo de una pequeña campanita dorada (no tan brillante) que funcionaba como coscador para el tendero, el cual, y de forma automática (sin ningún tipo de lag), levantó sus ojos del reposaojos donde se hallaban y comenzó a atender al monarca. Ahora pega una frase corta. Y ahora seguimos:

- ¿A qué debo el increíble honor de aquesta visita de su merced? - preguntó el tendero.
- Vengo buscando un formulario - respondió el monarca.
- Ha venido usted al sitio indicado. Aquí tenemos formularios de todo tipo: auto-cumplimentables, enrevesados, inconexos, tronchantes, alquimistas, manchados con restos de café, grapados, sin grapar, con goma arábiga, con fixo, estándares, contrachapados, vitivinícolas, formularios para eruditos, para amas de casa, para rechonchos jugadores de balón-volea, para...
- Busco algo muy concreto - interrumpió el monarca - verá: necesito un formulario para la solicitud de ayuda a demoños de tercera especie.
- ¿Lo quiere azul clarito o blanco nuclear?
- ¿Cuál es la diferencia?
- Está claro: el color.
- ¡Ah...! En ese caso, deme uno blanco nuclear. Uno nunca sabe qué le deparará un formulario azul clarito.
- Es cierto - coincidió el tendero - esos son a veces demasiado traicioneros.

Dicho esto, el monarca pagó al tendero con una moneda de siete rublos, dobló cuidadosamente el formulario, salió a la calle, volvió a entrar, compró dos paquetes de cigarrillos, volvió a salir, entro de nuevo en el coche, le dijo a Bautista que volviesen rápido y se quedó dormido los siete segundos y cuarto que tardaron en llegar de nuevo al castillo.

(Continuará)

Re: Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 11:11
por angel
Jo, probe marquitos :muaka:

Re: Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 11:12
por na_th_an
Aplicante de réplicas.

Al volver a su despacho, Gloromaso encontró a Jöel allá donde lo había dejado, pero más guapo. Llevaba batín de seda, con ojales brillosos y una dalia en el bolsillo del pañuelo de pico. En la cabeza se había puesto un sombrero abotonado y una perla danzarina. En los pies, combados por el calor de la estufa, había dos perchas doradas cubiertas de regalitos de alberca.

Con un condescendiente mohín manual, Joël indicó al monarca dónde sentarse a rellenar su formulario. Gloromaso, por eso de expandir la mente y probar cosas nuevas, hizo el esfuerzo de obedecer una orden y se sentó en un pequeño pupitre pintarrajeado por encima y cubierto de mocos y chicles por debajo. Rellenó cuidadosamente el impreso, que quedó más o menos de esta guisa:

$this->bbcode_second_pass_code('', 'IMPRESO DE PETICIÓN DE SERVICIOS DE DEMOÑOS (MODALIDAD BLANCA)
Nombre: Gloromaso Martínez Pi
Apellidos: Martínez Pi
Solicitud: aquí ya no dejan dormir las resacas. Todo está lleno de jugadores de grumo domingueros y sus ruidosas familias.
Fecha y firma ...')

Justo cuando el monarca hubo terminado de firmar, el demoño abrió la boca de par en par y, desde su escritorio, aspiró profundamente de modo que el impreso (junto con parte de la alfombra, dos cuadros, y un trofeo de caza) desapareció por su tubo digestivo. Luego se relamió, dejó los ojos en blanco medio minuto, y al fin habló:

- Bien, señor Gloromaso. Entiendo su problema y estoy dispuesto a ayudarle.
- Fije usted un precio, señor demoño. Yo pagaré lo que sea.
- No lo estropee. Hablemos de pasta más tarde. Ahora muéstreme el problema, quiero reconocer el terreno.

Gloromaso acompañó a Joël hacia el mirador más aislado del castillo, el que daba a la ladera vertical norte (según se sale, a la izquierda). El espectáculo era dantesco: miles, millones de domingueros se afanaban por ser los mejores jugando al grumo. Todos vestían esos extraños tutús de cuadros, los sombreros con bolinga y rebabas en los perniles. Las niñas eran rubias y los niños morenos, y cada rebanada de pan bimbo no se quedaba sin una decorosa ración de lúpulo precocinado. Iban de un lado hacia otro sin apenas descansar, armaban tal bullicio con sus cantos de victoria (que proferían todos aunque no ganasen) que le cambiaban el color a los árboles que rodeaban la ladera, eran tan sebosos, húmedos y muceoleaginosos que daban puro asco y además les había abandonado el rexona.

Joël se sintió un poco apenado por el pobre Gloromaso y su sufrimiento, y se arrepintió de haber jugado un poco con él con lo del impreso, por haberle hecho crecer una casa en medio de la coronilla y porque (aunque no se había coscao nadie) se había comido todos sus yogures, pero enseguida recordó que era un demoño, que los demoños son malos y se sintió realmente bien. Por eso se irguió todo lo largo que era (bueno, no demasiado), apuntó al horizonte, esperó a que la banda sonora cambiara a algo más épico, le dio al interruptor que accionaba el viento de perfil, y, melena al viento, ojos perdidos en el infinito y gesto grave, pronunció estas sabias palabras:

- Me estoy meando.

Acto seguido, se bajó del dintel de la ventana, fue al servicio, hizo sus necesidades, y volvió a adoptar la misma postura descrita en el anterior párrafo. Ahora sí que pronunció unas sabias palabras:

- Amigo Gloromaso, con mis poderes demoñacos te construiré un arma que podrás emplear para librarte de todos tus problemas y quebraderos de cabeza. Y lo mejor de todo es que no te costará un duro, pues yo soy un demoño fácil de contentar y con que les jodas la marrana a toda esa gente tendré recompensa más que suficiente. Por cierto, eso de joder la marrana no se lo tome usted al pie de la letra, porque, y aunque estaría gracioso verlo, no quiero tener problemas con la protectora de animales.

Gloromaso se puso tan contento que se tiró un peíto.

(Continuará)

Re: Relatos de mucho miedo

Publicado: Mié, 25 Ago 2010, 12:23
por radastan
$this->bbcode_second_pass_quote('', 'P')or eso se irguió todo lo largo que era (bueno, no demasiado), apuntó al horizonte, esperó a que la banda sonora cambiara a algo más épico, le dio al interruptor que accionaba el viento de perfil, y, melena al viento, ojos perdidos en el infinito y gesto grave, pronunció estas sabias palabras:

- Me estoy meando.


:lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol: :lol:

Te digo que haces una aventura conversacional y te ponen un monumento.